miércoles, 16 de noviembre de 2011

Vivir en un cuento.

Me gustaría vivir en un cuento; un cuento donde las brujas tienen verrugas y los hombres malos son siempre feos, un cuento donde el amor siempre es correspondido; donde solo tienes que preocuparte por no aceptar manzanas de abuelitas siniestras, y donde, con un simple beso a media noche, se arreglan todos los problemas. Un cuento en el que haya un principe azul, que me proteja y me cuide, de esos que te retiran la silla para que te sientes y te despiden con un dulce beso.

Pero esto no es un cuento, es la vida real, y en la vida real, las brujas se llevan a los príncipes y tu te enamoras del chico malo, el amor no siempre es correspondido, y un beso a media noche siempre suele llevar algo más.

Sin embargo, no te equivoques, no digo esto para deprimirte; lo digo para motivarte, porque en el mundo real nadie te dará las cosas hechas, no vendrá un hada madrina para solucionar tus problemas, ni conocerás a un príncipe encantador que se enamorará de ti al instante. En la vida real tienes que luchar, esforzarte por conseguir todo lo que te propongas: tus ilusiones, tus sueños, tus esperanzas, el amor verdadero... Y cuando lo consigas, estarás orgullosa de ti misma, porque sabrás que tu "felices para siempre" vale muchísimo mas que el de cualquier cuento.

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