viernes, 6 de julio de 2012

Hay veces en las que desearia tener una valvula de escape para irme bien lejos, donde nadie me encontrara. Un lugar donde la lluvia fuera caramelos, el agua chocolate y las nubes algodón de azucar. Donde solo existieran los finales felices, los amigos de verdad y los amores de película, donde pase lo que pase siempre salga el sol. Un pequeño lugar con todas esas grandes y pequeñas cositas. Un lugar en el que poder sentirme agususto, un lugar al que poder llamar felicidad.


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